Ángel o demonio, eterna dualidad.
Representan el concepto del yin y el yang, de dos elementos opuestos que se complementan para crear un todo en movimiento que cambia y evoluciona creando vida.
Esta interacción entre contrarios aparece en diferentes momentos dinamizando nuestra existencia. Enfrenta el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el día y la noche, lo positivo y lo negativo, la alegría y la tristeza, lo racional y lo irracional, la mente y el corazón…
La representación del demonio enfrentado al ángel, sus alas tan parecidas como opuestas, me han acompañado durante años. Tras un proceso de abstracción y de simplificación continuos, la he hecho mi marca, me define como persona y como artista.
Aquí muestro las dos últimas fases de este proceso de abstracción.
La última de ellas, la he depurado hasta la expresión de un símbolo, una marca, que representan el yin y el yang con alas de demonio y ángel respectivamente.
Y con esta marca personal, simple y llena de significado, firmo mi trabajo de ilustradora, tan diverso como con un solo objetivo: contar historias.